Mari
Ciudades y habitantes
Los habitantes de Mari, o Mari-an, descienden de un antiguo pueblo que vivió en las llanuras del sudeste antes de la época del imperio. Cuando los dioses se enfrentaron en "Las Llanuras de Muertos” sus antepasados las abandonaron y se trasladaron a la costa.
Dos son las poblaciones principales:
· Calaes es la capital. 40.000 habitantes, vive del comercio, la ganadería y agricultura de las numerosas granjas que la rodean (exporta mucho a Orun). Los dos mares al sur del reino son una de las zonas más abundantes para la pesca que se conocen.
· Meadras es un pueblo maderero y puerto de entrada para el comercio a través del río Ipsala ; 16.000 habitantes.
· Lefindras es un pueblo minero (hierro, algo de plata) y maderero; 10.000 habitantes.
El río Ipsala no es navegable por grandes barcos, pero se usa para el transporte de barcazas corriente abajo, cargadas con la madera y el mineral de Valle. Al norte están los Altos de Mabiels, un conjunto de montañas escasamente pobladas. Al sur de éstas, el reino está limitado por las Llanuras de Muertos. Un sitio muy desagradable (ver más adelante).
Gobierno a historia reciente
No hay historia reciente. Lo último importante que pasó en esta parte del mundo fue la caída del imperio (por cierto, el pueblo no llevaba nada bien el pertenecer a un emperador extranjero). Por supuesto, no quieren ni oír hablar de la colonización económica de Orun. Y no les gustan ni un pelo los movimientos de Koraan...
A pesar de que realmente son un pueblo con poco poder real, se mantienen muy apegados a sus tradiciones. Tienen como un orgullo nacional el que los gobernantes actuales (cargo que por cierto no es hereditario sino electo, a través de una elaborada meritocracia) sean descendientes directos de los antiguos héroes de Mari. A Nadie se le ocurriría hacer algo parecido a una revuelta contra los legítimos gobernantes. Por otro lado, éstos siempre han estado ligados por un profundo sentimiento del honor al bienestar del pueblo. Muy raras veces un gobernante ha oprimido al pueblo.
Eckarharot es un estado muy pequeño, con capital en Tillenias, al sur de Mari y tradicional aliado de estos. Comparten idioma y costumbres, pero son ligeramente diferentes y están más volcados al mar, siendo excelentes marineros y pescadores. Se cree que asimilaron la cultura e idioma superiores del pueblo de Mari cuando estos bajaron en su éxodo desde el norte.
Las llanuras de los muertos
En los tiempos anteriores al Alejamiento [1], el pueblo de Mari era un fiel servidor de Marya y Amabra [2]. No eran infrecuentes las guerras con los antiguos reinos limítrofes; por supuesto, en esas guerras participaban los dioses, aunque de una manera responsable y limitada.
Pero un mal día Sefra, enemiga acérrima de Marya, decidió ajustar cuentas. Con la ayuda de sus fieles creó un enorme ejercito de bestias oscuras, y lo envió a luchar contra Marian, la sabia reina que gobernaba a las que en aquel tiempo se llamaban Tierras de Armenii.
Los planes de Sefra eran crueles y retorcidos. Sefra envió a su ejército a perder, pues cada vez que una de las bestias moría una maldición cubría el suelo donde caía: Toda vida que surgiera de aquel punto quedaría corrompida y mancillada, como una afrenta especial a Amabra. Y todo ser viviente que comiera de los frutos de ese suelo enfermaría con la Oscuridad de Sefra [3].
Al principio las victorias llenaron de orgullo al pueblo de Mari. Las bestias oscuras morían por miles, y al cabo de unas semanas sólo fueron un recuerdo... pero con el paso de los meses la población empezó a comprobar alarmada y asustada que los animales se comportaban de forma extraña, los recién nacidos morían sin motivo, se hablaba de extrañas bestias que recorrían las praderas.
Y llegó el tiempo de la cosecha, de comer de los frutos de los campos. Lo que sucedió entonces nadie lo sabe con exactitud, pues quedaron muy pocos capaces de contar lo sucedido, pero lo que quedó de los habitantes de las Llanuras de Armenii huyó a la costa, y nunca más volvió a pisar su tierra de origen.
En la actualidad se dice que la maldición ha perdido poder, pero las criaturas que engendró siguen allí. De hecho, muy pocos viajeros se atreven a recorren esas llanuras. Se considera seguro beber y comer lo que produce la región, pero la vida animal sigue maldita. Toda criatura que nazca en las llanuras surge retorcida y extraña...
Idiomas y cultos
El idioma de Mari es el Maryar, siendo el orunita segunda lengua habitual, y sus cultos principales a Mari y Amabra.
[1] Cuando los dioses se dieron cuenta de que matarse entre ellos era peligroso para el mundo (y no digamos para ellos), decidieron que sus luchas de desarrollarían de una manera más indirecta, y delegaron la batalla por la fe en sus creyentes (salvo contadas excepciones)
[2] La diosa de la fertilidad
[3] Nadie sabe bien que es exactamente eso, pero es MALO