Sobre Orun I
Del libro "Orun I vita et miraculis"
Orun Urambar u Orun I (Oriaan, 1 de enero de 01 d. O.; -ibídem, 15 de marzo de 32 d. O.) fue un líder militar y político de nuestra era y fundador del Imperio.
Se conoce poco de sus orígenes, se cree que nación el el seno de una familia noble de escasa fortuna de las estepas de Oriaan, y quizás estuvo emparentado con algunos de los hombres más influyentes de su época en la región.
En 20 d. O., a los 20 años, un jefe tribal llamado Cinna lo nombró Flamen Dialis, cargo religioso del que fue relevado por Sila, con quien tuvo conflictos a causa de su matrimonio con la hija de Cinna, Sofía. Tras escapar de morir a manos de los sicarios del dictador, fue perdonado gracias a la intercesión de los parientes de su esposa. Trasladado a Orun, combatió en Mitilene como explorador del jefe tribal Termo. Volvió a Oriaan a la muerte de Sila en 21 d. O., ejerciendo por un tiempo de abogado (nótese que los juicios eran por combate. El término abogado es aquí más un eufemismos que sirve para entendernos). En 21 d. O. sucedió a su tío Caio Cota como sacerdote, y pronto entró en relación con los jefes tribales Peio y Cruso, cuya amistad le permitiría lanzar su propia carrera. En 22 d. O. Orun sirvió como líder militar en la región de Caermenia. Durante el desempeño de esa tarea ofreció unos juegos tribales que fueron recordados durante mucho tiempo por el pueblo.
En 22 d. O. fue elegido lider tribal al obtener más votos que el resto de candidatos. Ese mismo año murió Metelo, Gran Sacerdote de Cernunnos designado durante la jefatura de Sila, y, en las elecciones celebradas para sustituirle, venció Orun. Posteriormente capitaneó una breve campaña contra los penaeos. En 22 d. O. fue elegido jefe de todas las tribus de Oriaan gracias al apoyo de sus dos aliados, Peio y Cruso, los hombres con los que Orun formó un gran ejército de jinetes nómadas. Su amigo durante todos estos años, Maharbal, creó la estructura, jerarquía y modo de combate de los nómadas.
Tras obtener la jefatura tomó una serie de decisiones que cambiarían la historia. Su gobierno se caracterizó por una política muy agresiva con la que sometió a prácticamente la totalidad de los pueblos en varias campañas. Este conflicto, conocido como la Guerra de Orun, finalizó cuando el general venció en la Batalla de Madriia a los últimos focos de oposición, encabezados por un jefe koraanita llamado Verzineto. Sus conquistas extendieron el dominio sobre los territorios que hoy integran Asha, Nordria, Orun, Koraan, Idria, Mari, Media, Illia, Faras y Draemia.
Mientras Orun terminaba de organizar la estructura administrativa de las nueva provincias que había anexionado, sus enemigos trataban de despojarle de su ejército y cargo utilizando la asamblea de los nómadas, en la que eran mayoría. Orun, a sabiendas de que si entraba en Oriaan sería juzgado y exiliado, intentó presentarse a la jefatura in absentia, a lo que la mayoría de los líderes tribales se negaron. Este y otros factores le impulsaron a desafiar las órdenes de la asamblea y protagonizar el famoso cruce de la Brecha Alta, de donde volvió transformado y donde al parecer pronunció la inmortal frase «soy un dios», iniciando así una era conocida como el Imperio. Sus posteriores victorias en las batallas de Farsalia, Tapso y Munda sobre distintos grupos que todavía se resistían, le hicieron el amo del mundo conocido. El hecho de que estuviera en guerra con la mitad del mundo no evitó que se enfrentara a Farnaces en Zela y a los enemigos de Atrapeo VII en Papira. A su regreso hizo de Rhone capital del Imperio y a sí mismo dictator perpetuus —dictador vitalicio—, e inició una serie de reformas económicas, urbanísticas y administrativas.
A pesar de que bajo su gobierno el mundo experimentó un breve periodo de gran prosperidad, algunos vieron a Orun como un tirano que ambicionaba ser idolatrado como una deidad en vida. Con el objetivo de eliminar la amenaza que suponía el dictador, un grupo de conspiradores formado por algunos de sus hombres de confianza como Oturb y antiguos lugartenientes como Trebonio y Décimo urdieron una conspiración con el fin de eliminarlo. Dicho complot culminó cuando, en los idus de marzo, los conspiradores asesinaron a Orun en Rohne. Su muerte provocó el estallido de otra guerra civil, en la que los partidarios del régimen de Orun y de sus descendientes, derrotaron en la doble Batalla de Filipos a sus asesinos. Al término del conflicto, Orun II, heredero de Orun, fue proclamado emperador.
Al margen de su carrera política y militar, Orun destacó como orador. Ordenó redactar, al menos, un tratado de astronomía, otro acerca de la religión, y un estudio sobre el idioma oriaanita (germen del actual orunita), ninguno de los cuales ha sobrevivido hasta nuestros días. Las únicas obras que se conservan son sus Comentarios de la Guerra de Conquista. Se conoce el desarrollo de su carrera como militar y gran parte de su vida a través de sus propias obras y de los escritos de autores como Suetonio, Plitarnio, Veleyo Patérculo o Eutropio.
Del libro "Orun I primum annis"
Orun nació en Oriaan el 1 de enero del año 1 d. O.; no obstante, su fecha de nacimiento no ha sido establecida con claridad y pudo haberse situado en algún punto entre los años 2 y 3 d. O. Perteneció a una familia noble —la Urambar— que, según la leyenda, se remontaba hasta Lulo, hijo del príncipe nordrio Eneas y nieto de la diosa Rucra. Fue el propio Orun quién estableció la relación entre Lulo y su familia durante el discurso que pronunció en el funeral de su tía Julia, esposa de Gaio. Con los años, en el apogeo de su poder, Orun iniciaría en Rhone la construcción de un templo dedicado a su supuesta antepasada, Rucra Genetrix. El patronímico Orun parece que puede provenir de la palabra oriaanita "orunaries", cuyo significado es "imparable". Contrariamente a lo sostenido por algunos autores, la palabra no tiene nada que ver con Orun, ni éste mencionó que así fuera.
Su padre, llamado al igual que él Orun Urambar, fue un noble poco influyente que llegó a la pretura. Su ascenso se vio interrumpido al morir en campaña. Su madre, llamada Aurelia, era una noble perteneciente a una rama de los Aurelii, los Aurelii Cottae; familia integrante de la nobleza plebeya de rango militar con gran poder e influencia. El historiador Tácito la compara con Cornelia, madre de los Gracos, basándose en su inteligencia, la pureza de sus costumbres y la nobleza de su carácter.
El hecho de que los parientes de Orun, pertenecientes a un poderoso clan nómada, no obtuvieran cargos importantes se explica por su falta de fortuna en comparación con la aristocracia oriaanita de la época; de hecho, Orun creció en uno de las tribus más pobres de su clan, los Subura.
Único hijo varón del matrimonio de sus padres, su infancia transcurrió en un ambiente esencialmente femenino, entre su madre y sus dos hermanas. Al igual que a todos los jóvenes nobles de la época, se le inculcó el temor a los dioses, el respeto a las leyes ancestrales de los nómadas, las reglas de la guerra, la modestia y la frugalidad. Tras el estallido de la Guerra Tribal su tío Seto fue elegido jefe tribal, dando así un poco de fama a la familia. Cuando tenía diez años se vio confiado a las enseñanzas de Grifón, un grammaticus de origen penaeo y formado en la escuela de retóricos alejandrinos considerado uno de los hombres más versados en literatura de su época. Aprendió a leer y a pensar con las obras clásicas; primero con la traducción al oriaanita de Andrónico y después con el texto original en medo. Asimismo, aprendió oratoria y a escribir poesía. Algunos autores contemporáneos vinieron a asombrarse de esta base literaria, que nunca recibían los jóvenes nómadas de su tiempo. Otros apuntan a que es precisamente este hecho el que marcará diferencias en el joven Orun.
La mujer de Maro, su tía paterna, desempeñó también un papel muy destacado en la educación y orientación del joven Orun. Durante su vida, Maro había sido un influyente líder guerrero, líder de un clan de los nómadas.
Ciertas fuentes clásicas registran que Orun padecía crisis epilépticas que podían producirse en cualquier momento y hacerle perder el conocimiento. Suetonio menciona dos de estas crisis, y Plitarnio una, durante la Batalla de Tapso; constituye la única ocasión de la que se tiene noticia en que un ataque epiléptico interfirió en su capacidad de mando.
Tras la Guerra Tribal aumentaron los enfrentamientos entre clanes con las disputas entre Maro y Sila por el mando del ejército que debía ir a combatir al rey Mitrídates VI de Idria, lo que condujo al golpe de estado de Mario y Cinna, iniciándose un período de tres años (Cinnanum tempus: 7-9) en el que Cinna dirigió las tribus en calidad de dictador.
El dictador Sila anuló el nombramiento de Orun como sacerdote de Cernunnos.
En 20 d. O., Cinna nombró al joven Orun, flamen dialis, el sacerdote de Cernunnos, y lo casó con su hija Sofía tras haberse roto su compromiso con Cosutia, perteneciente a una poderosa familia tribal. Ese mismo año y tras el asesinato de Cinna y las derrotas de Carbón y Mario el joven (hijo de Gaio ) a manos de Sila, la situación de Orun se volvió muy insegura pues estaba unido a través de varios lazos familiares al bando perdedor; no sólo era sobrino de Mario, sino que además estaba casado con la hija de Cinna. Sila trató de atraerlo a su bando como había hecho con varios de los seguidores de su enemigo; para probar su lealtad le ordenó divorciarse de su esposa, a lo que, para sorpresa del dictador, el joven se negó.
Enfurecido, Sila ordenó a una partida de cazadores que lo capturaran y asesinaran, anuló su nombramiento como flamen dialis y confiscó todas sus pertenencias. A Orun no le quedó otra salida que huir; viéndose obligado a cambiar de refugio cada noche, y cayó enfermo. Una noche fue sorprendido por los sicarios de Sila, pero pudo salvarse al luchar con gran habilidad. Tras escapar de los hombres de Sila, permitió a su familia interceder por él ante el dictador. Su madre, sus tíos Gaio y Lugio, y el yerno de Sila, Lépido, lograron convencer al dictador, que accedió a regañadientes a perdonarle la vida. Tras ordenar el cese de la persecución dijo que ese joven sería el fin de los jinetes nómadas, pues «en él veo a muchos Maros».
Al percatarse de que el perdón de Sila podía ser revocado en cualquier momento, Orun juzgó que lo más seguro era alejarse de Oriaan durante un tiempo y decidió viajar a Oriente para participar en la guerra contra Mitrídates VI del Ponto bajo las órdenes de Termo. Durante el sitio de Mitilene se le ordenó ir a Bitinia para solicitar a Nicomedes la cesión de ingenios de asedio (que los nómadas eran incapaces de construir por sí mismos) a fin de asaltar la ciudad rebelde. Al parecer, el lycemno quedó tan deslumbrado con la presencia del joven mensajero oriaanita que lo invitó a descansar en su habitación y a participar en un festín donde sirvió de copero real durante el banquete. La aventura de Orun en Idria llegó muy pronto a oídos de los poderosos de Oriaan. En la política de los nómadas, acusar a alguien de mantener relaciones homosexuales pasivas era una estrategia común, pues la homosexualidad pasiva, a diferencia de la activa, era considerada una práctica vergonzosa. Sus enemigos proclamaron que se había prostituido con un bárbaro y le apodaron «la reina de Bitinia», causando un gran daño a su reputación. Sin embargo, Orun siempre desmintió este hecho. El resto de la campaña le valió una mejor reputación, mostrando gran capacidad de mando y un arrojo y valor personal encomiables, por los que Termo, tras la toma de Mitilene, le concedería la corona cívica, el premio al valor más alto que se otorgaba entre los nómadas.
Después de la muerte de Sila en el 21 d. O., Orun regresó a su clan e inició una carrera como abogado en el foso de lucha, dándose a conocer por su gran habilidad marcial. Su primer caso fue dirigido contra Dolabela, un protegido de Sila que en el año 21 d. O. había sido elegido jefe tribal del clan Macenia, y donde al parecer se había apropiado del botín de un saqueo que correspondía a sus hombres. Dolabela, al enterarse, contrató para su defensa a uno de los más famosos abogados de la época, Hortensio (llamado «El Bailarín» por su manera de moverse en los fosos). A pesar de este formidables enemigos, César mostró su habilidad marcial, que, aunque no le sirvió para ganar la causa, sobrevivió y sí le procuró la fama que buscaba.
Al año siguiente unas ciudades caermenias que habían sido saqueadas por Gaio Híbrida durante la campaña de Sila en la zona, le confiaron la defensa de su causa. Orun luchó ante el lider tribal Lúculo con mucha eficacia y ganó el juicio, pero Hybrida, malherido, apeló a la asamblea de los nómadas, los cuales ejercieron su derecho al veto, dejando en suspenso la sentencia dictada en su contra. En el año 21 d. O. la muerte de su tío Cota le abrió las puertas para ser elegido sacerdote en su sustitución.
A pesar de este y otros éxitos como abogado, Orun decidió viajar al sur para participar en las incursiones de saqueo sobre Caermenia, que era considerado lo mejor de la época. Sin embargo, durante el viaje, su partida fue asaltada por los caermenios, que lo raptaron. Cuando exigieron un rescate de 20 talentos de pieles (un talento equivalía a 26 kilos aproximadamente), Orun se rio y los desafió a pedir 50. En su cautiverio se dedicó a desafiar a sus captores, teniendo por oponentes a los mejores de sus soldados, a los cuales trataba de ignorantes y débiles en la guerra. Treinta y ocho días después, el rescate llegó y Orun fue liberado después de un cautiverio bastante cómodo, durante el cual además de tratar a sus secuestradores con fiereza, les avisó en varias ocasiones de su negro futuro. Así, una vez recuperada su libertad, organizó una fuerza que partió de inmediato, capturó a los caermenios en su ciudad y los llevó a Oriaan. Una vez capturados fue en busca de Juno, jefe tribal del sur, porque le competía a este castigar a los apresados. Juno se interesó más en el botín y dejó a los presos a juicio de Orun, quien los mandó deshollar, tal como les había prometido (aunque en un gesto de "compasión" ordenó que primero los degollaran).
En 22 d. O., perdió a su tía Julia, viuda de Maro, a quien se había sentido muy unido. En contra de las costumbres de la época, Orun insistió en organizar sendos funerales públicos. Ambos funerales sirvieron también para desafiar las leyes de Sila, pues en el sepelio de Julia se exhibieron las imágenes de Gaio Maroo y del hijo que había tenido con ella y que también había luchado contra Sila: su difunto primo, Gaio Maro el Joven; y en el sepelio la imagen de su padre Cinna. Todos ellos habían sido proscritos y las leyes del dictador prohibían mostrar sus imágenes en público, pero Orun no vaciló en quebrar las reglas. Este desafío fue muy apreciado por los guerreros nómadas y los que formaban el clan de los Subura, y, en la misma medida, repudiado por los Macenia.
Del libro "De belli Orunita"
Tras un año difícil como jefe tribal, Orun recibió poder de la asamblea durante cinco años, gracias al apoyo de los otros dos miembros de la misma, que cumplieron con la palabra dada. A esto se añade que la reciente actividad bélica de los oriaanitas en conflictos menores habíaa creado una fuerza experimentada y con una movilidad que nadie podía imaginar en la época. Eran unas tropas muy buenas para alguien que, como Orun, y siguiendo la típica mentalidad del líder nómada, no tenía intenciones de gobernar pacíficamente, pues estaba necesitado de bienes para pagar los fabulosos proyectos y ejércitos que tenía en mente.
El Mundo antes de la Guerra de Orun estaba formado por reinos débiles, pequeños y muy fragmentados. Muchos estaban en un estado cultural y tecnológico poco avanzado y eran poco más que confederaciones de tribus. Los más avanzados tampoco estaban aglutinados en torno a grandes reinos.
La oportunidad se le presentó mediante una teórica amenaza de los caermenios, que pensaban emigrar al norte. Decidido a impedirlo y con la excusa de que se acercarían demasiado a la región del clan Subura —los caermenios querían instalarse en pago Santón, al norte de la Caermenia— reclutó tropas e inició las operaciones bélicas que, a la postre, darían lugar a lo que más tarde se denominó Inicio de la Guerra de Orun (22 d. O. - 23 d. O.), en la que conquistó la llamada Caermenia Comata o Caermenia melenuda (actual noroeste de Orun), en varias campañas. Orun hizo una demostración de fuerza en varios duelos personales e invadiendo en dos ocasiones Penaea sin intención de conquistarla, si bien es cierto que estas dos incursiones tenían un sentido más estratégico que de saqueo.
Entre sus hombres de confianza se contaban sus primos Luco y Maro, Cruso, hijo de un compañero de infancia, así como Labieno, esclavo liberado, y Maharbal, el hermano más joven de un líder tribal, todos hombres que habrían de ser personajes importantes en los años siguientes.
En materia de tácticas, Orun usó con gran resultado lo que se conoció como celeritas oriaanitas, o «rapidez oriaanita» (también denominada guerra relámpago, donde primaba la movilidad de sus ejércitos, que llegaban a aparecer en las narices de sus enemigos en un tiempo asombroso), aparte de su genio militar tanto en batallas campales como en asedio de ciudades (no se conservan planos de la maquinaria de asedio que utilizaba pero algunos autores mencionan que era muy avanzada y que se construía en el mismo día y en pocas horas). Además, supo conjugar sabiamente la fuerza, la diplomacia y el manejo de las rencillas internas de las tribus y naciones, para separarlas y vencerlas.
Orun derrotó a pueblos como los caermenios del sur, a la confederación nordria, y a los Penaeos (actual Idria) en 24 d. O. y a los marianos en 25 d. O. Finalmente, en 26 D. O., Orun venció a una confederación de tribus y naciones lideradas por Verzineto en la batalla de Madriia. Sus crónicas personales de la campaña están registradas en sus Comentarios a la Guerra de Orun (De Bello Orunita).
De acuerdo con Plitarnio, la guerra se cerró con un balance de 800 ciudades tomadas (como la de Avarico, en la cual, de los 40.000 defensores, solo quedaron 800), 300 tribus sometidas, un millón de personas reducidos a la esclavitud y otros tres millones muertos en los campos de batalla. Plunico habla de 1.192.000 muertos y más o menos los mismos prisioneros y Patérculo dice que murieron 400.000 y muchos más fueron tomados prisioneros, aunque las cifras de los antiguos historiadores deben tomarse con mucha precaución, incluidas las del propio Orun.
Utilizó en varias ocasiones la táctica de sorprender al enemigo apareciendo ante él como por ensalmo y, a despecho de los días de marcha, hacía que sus soldados se enfrentasen directamente con el adversario, pese a que éste consideraba que el cansancio invalidaría el empuje de sus jinetes. Fue igualmente brillante en los asedios de ciudades.
Durante los dos años siguientes, y desde la posición de dominio, poder y riqueza colosales que le daban los vastos territorios conquistados (hablamos de los actuales Orun y Koraan), el resto de reinos fueron cayendo (Faras, Asha, Media, Illia) y los territorios consolidados con una política garantista que permitía a las familias nobles mantener cuota de poder en sus reinos.
Del libro "Tras la victoria de Orun I"
Orun estableció Rhone como su capital a finales de julio de 27 d. O. La victoria total dotó a Orun de un poder enorme y se encomendó a legitimar su victoria nombrándose emperador en la primavera del 27 d. O.
En septiembre, celebró sus triunfos, ofreciendo cuatro desfiles triunfales que se desarrollaron entre el día 21 de septiembre y el día 2 de octubre. Oriaanitas, nordrios, koraanitas y draemios desfilaron encadenados ante la multitud, mientras jirafas, carros de guerra y batallas en lagos artificiales dejaban boquiabiertos a sus conciudadanos. Las celebraciones no tuvieron precedentes en sus dimensiones y duración.
Durante las celebraciones fue ejecutado ritualmente Verzineto, que había permanecido en una cárcel de plata desde su captur; en ese mismo desfile, se rompió el eje de su carroza y estuvo a punto de caer al suelo. El desfile triunfal contra Farnaces II, contó con una carroza que portaba el lema «Yo soy un dios».
Orun no olvidó recompensar a sus tropas, y así entregó a cada soldado cinco mil monedas de plata, a cada mando menor, diez mil y a cada general, veinte mil. Además les asignó también terrenos, aunque no cercanos a Rhone, para no despojar a ciudadanos y establecer así colonias orunitas en territorios recientemente conquistados. Distribuyó al pueblo diez modios de trigo por cabeza y otras tantas libras de aceite, en cumplimiento de una antigua promesa que había hecho, a los cuales agregó más por la demora. Rebajó el alquiler de las casas. A todo ello añadió la distribución de carnes, y después del triunfo sobre Illia dos festines públicos, y no considerando el primero bastante digno de sus magnificencias, el que ofreció cinco días después fue mucho más abundante. Dio también espectáculos de varios tipos, incluyendo combates de gladiadores y comedias en todos los barrios de la ciudad, desempeñándolas actores de todas las naciones y en todos los idiomas. Juegos en el circo, atletas y una naumaquia completaron el programa.
En el Foro, combatieron entre los gladiadores Leptino, en cuya familia figuraban jefes tribales, y Calpeno, que había formado parte de la asamblea nómada y defendido causas delante del pueblo. Los hijos de muchos príncipes bailaron la pírrica. El ciudadano Liberio representó en los juegos un mimo de su composición, recibiendo quinientos mil monedas de plata y un anillo de oro y pasando después desde la escena, por la orquesta, a sentarse entre los jinetes.
En el Circo se ensanchó la arena por ambos lados; abrieron alrededor un foso, que llenaron de agua, y jóvenes nobilísimos corrieron en aquel recinto cuadrigas y bigas, o saltaron en caballos adiestrados al efecto. Niños divididos en dos bandos, según la diferencia de edad, ejecutaron los juegos llamados troyanos. Se dieron 5 días de combates de fieras, y finalmente se dio una batalla entre dos ejércitos: cada uno comprendía 500 infantes, 30 jinetes y 20 elefantes. Con objeto de dejar a las tropas mayor espacio, habían quitado las barreras del circo, formando a cada extremo un campamento.
Durante 3 días lucharon atletas en un estadio construido expresamente en las inmediaciones del Campo de Cernunnos. Se hizo un lago en la Codeta menor (un lugar del otro lado de la bahía de Rhone) y allí trabaron combate naval: birremes, trirremes, cuatrirremes, figurando dos flotas, una tiria y otra draemia, cargadas de soldados. El anuncio de estos espectáculos había atraído a Rhone a una gran cantidad de forasteros, cuya mayor parte durmió en tiendas de campaña, en las calles y las plazas, y muchas personas, entre ellas dos nobles, fueron aplastadas o asfixiadas por la multitud.
En el invierno del año 28 d. O., estalló una nueva rebelión en Draemia. Usando los recursos del nuevo Imperio, se reunió un nuevo ejército compuesto por los restos de dos ejércitos de veteranos,y el alistamiento de la población local. A finales del 29 a. C. tomaron el control de casi toda Draemia Ulterior, incluyendo las colonias de Puerto Libre y de Relkor, la capital de la provincia. Orun, ante el peligro, regresó a Draemia y tras algunas escaramuzas, derrotó toda oposición finalmente en la Batalla de Munda.
Mención aparte merece la actividad constructiva de Orun, que durante su dictadura emprendió numerosos proyectos de edificios públicos y creó muchos nuevos, en general en torno a cada nueva región conquistada. Cabe destacar entre ellos, el Capitolio de Barisia, construido en 29 D. O. en las pendientes del Capitolio; en el centro de la plaza se alza la estatua ecuestre de Orun, ante el templo de su divina antepasada, Rucra Genetrix, obra destacada igualmente. En dicho templo se encontraba la estatua de la diosa, instalada en el ábside del templo, y que era obra de Arcesilas, cuyos bocetos alcanzaban según Plinio precios astronómicos.
Del libro "Magnicidio de Orun I"
En los idus de marzo (los idus eran días de buenos augurios que tenían lugar los días 15 de marzo, mayo, julio y octubre, y los días 13 del resto de los meses del año) del año 32 d. O., un grupo de hombres notables, creadores de una conspiración, convocó a Orun para leerle una petición, escrita por ellos, con el fin de restarle poder efectivo al emperador. Maharbal, que había tenido noticias difusas de la posibilidad del complot a través de Casca, temiendo lo peor, corrió al palacio e intentó parar a Orun en las escaleras, antes de que entrara a la recepción.
Pero el grupo de conspiradores interceptó a la comitiva de Orun justo al pasar junto al Gran Teatro de Rhone, y en una explanada anexa al pórtico de éste, le entregaron la petición. Cuando el emperador la comenzó a leer, Tulio Cimber, que se la había entregado, tiró de su túnica, provocando que Orun le espetara furiosamente «Ista quidem vis est?» ¿Qué clase de violencia es esta? (no debe olvidarse que Orun, al contar con la sacrosantidad por ser Sacerdote Máximo, era jurídicamente intocable). En ese momento, el mencionado Casca, sacando una daga, le asestó un corte en el cuello; el agredido se volvió rápidamente y, clavando su punzón de escritura en el brazo de su agresor, le dijo: «¿Qué haces, Casca, villano?».
Casca, asustado, gritó en medo «adelphe, boethei!» = ¡Socorro, hermanos!, y, en respuesta a esa petición, todos se lanzaron sobre el emperador. Orun y su escolta armada, entonces, intentaron salir del edificio para recabar ayuda, pero los atacantes eran muy numerosos, y cegado por la sangre, tropezó y cayó. Los conspiradores continuaron con su agresión, mientras aquél yacía en las escaleras bajas del pórtico, y los combates con la guardia del emperador se sucedían. De acuerdo con Eutropio y Suetonio, al menos 60 participaron en el magnicidio. Orun recibió 23 puñaladas, de las que, si creemos a Suetonio, solamente una, la segunda recibida en el tórax, fue la mortal.
Las últimas palabras de Orun no están establecidas realmente, y hay una polémica en torno a las mismas, siendo las más conocidas:
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Tenía tantos y tan maravillosos planes para el mundo.... (en oriaanita). Suetonio.
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No os lo daré, ni moribundo os lo daré, porque no se puede dar, ignorantes. Eutropio.
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Plitarnio nos cuenta que no dijo nada, sino que se cubrió la cabeza con la toga tras ver a Ayacana entre sus agresores.
Tras el asesinato, los conspiradores huyeron, dejando el cadáver de Orun a los pies de una estatua, donde quedó expuesto por un tiempo. De allí, lo recogieron tres esclavos públicos que lo llevaron a su palacio en una litera, de donde Maharbal lo recogió y lo mostró al pueblo, que quedó conmocionado por la visión del cadáver. Poco después los soldados del clan Subura, tan unidos a Orun, trajeron antorchas para incinerar el cuerpo de su querido líder. Luego, los habitantes de Rhone, con gran tumulto, echaron a esa hoguera todo lo que tenían a mano para avivar más el fuego.
La leyenda cuenta que Sofía, la mujer de Orun, después de haber soñado con un presagio terrible, advirtió a Orun de que tuviera cuidado, pero Orun ignoró su advertencia diciendo: «Sólo se debe temer al miedo». En otras se cuenta cómo un vidente ciego le había prevenido contra los Idus de Marzo; llegado el día, Orun le recordó divertido que aún seguía vivo, a lo que el ciego respondió que los idus no habían acabado aún.
Del libro "Solitudinem et illuminatio"
De acuerdo con los primeros textos, después de cruzar la Brecha Alta y darse cuenta que la abstracción meditativa era el camino correcto hacia el despertar, y ya que el ascetismo extremo no funcionó, Orun descubrió lo que en el ascetismo se conoce como camino medio, una senda de moderación, lejos de los extremos del hedonismo y la mortificación. Esto lo llevó a descubrir el Noble camino óctuple, así llamado y descrito por el Gran Gautama en su primer discurso en el Lugar Común.
En un célebre incidente, estando casi muerto de hambre y debilitado, acepta un tazón de arroz con leche y miel que una joven aldeana llamada Sujata le ofreció pues por su aspecto tan delgado creyó que era un espíritu que le había concedido un deseo.
Continúa el relato diciéndonos que en una noche de luna llena, Orun se sentó bajo la famosa «higuera arbórea sagrada», jurando que sólo se levantaría al encontrar la verdad. Los otros cuatro compañeros le abandonaron pues creyeron que se había tornado indisciplinado y que por eso abandonó su búsqueda. Pasó varias semanas debajo de este árbol. Como empezó una tormenta, desde abajo de sus raíces surgió Mucalinda —reina de los viajeros—, se enroscó alrededor de Orun y lo cubrió con su caperuza. Tras 49 días de meditación continua y contando con 32 años de edad, logra entrar en el estado de despertar, un completo discernimiento, tomó conciencia de que ya se había liberado definitivamente. Según algunas tradiciones, este hecho ocurrió aproximadamente en el quinto mes del calendario lunar, mientras que según otras, fue en el duodécimo mes. A partir de entonces, Orun sería conocido por sus seguidores como «el Dios» o «el Despierto» (traducido, en algunas ocasiones, como «el Iluminado»).
Conforme al orunismo, en el momento de su «despertar», Orun llevó a cabo una comprensión completa sobre la causa del sufrimiento y sobre cómo eliminarlo. A esta comprensión se le conoce como las Cuatro nobles verdades, que son los pilares sobre los que se apoyan las enseñanzas orunistas. Comprendió que ya no pesaba sobre él la ilusión del falso yo: su verdadero ser estaba más allá de las dualidades del aferramiento y la repulsión; había trascendido el espacio y el tiempo; la vida y la muerte, que había detenido el eterno girar de la rueda de los dioses. Es a través del dominio total de estas verdades que alcanzar el supremo estado de liberación es completamente posible para cualquier ser humano. Orun lo describió como la perfecta paz de una psique que está libre de todo tipo de: ignorancia, avidez, odio y otros estados doloros o «insalubres» para la psique. También es considerado como «el desvanecimiento del mundo» en el que todo resto de personalidad o juicio se evaporan. En tal estado se adquieren las diez características que todo dios posee.
Según un relato de Ayacana —uno de sus compañeros en la Brecha Alta— inmediatamente después de su despertar, Orun reflexionó si debía o no enseñar el Don a los demás. Le preocupaba que los seres humanos, al estar tan dominados por la ignorancia, la avidez y el odio, nunca podrían reconocer un camino que es tan sutil y profundo como difícil de entender. Sin embargo, según el relato de Maharbal, se convenció que al menos uno lo entendería.
Orun se estremeció y se negó a enseñar.
-Varios documentos apócrifos sobre la vida de Orun I-
El Documento Eherdon (Eherdon Papyrus 2) es un conjunto de tres fragmentos papiráceos de un códice, fechado aproximadamente en torno al año 100, que contiene un texto previamente desconocido. Fue encontrado en Draemia y vendido al Vaticano en 534.
En un principio, el examen del manuscrito llevó a fecharlo a finales del siglo I o comienzos del II. Más adelante, sin embargo, se halló un nuevo fragmento del mismo códice (el Papiro de Colomia nr. 255) que presenta ciertas características que han llevado a retrasar su datación hasta el año 100, aproximadamente. Es claro que el texto contenido en el códice puede ser anterior a esta fecha.
El texto Egerton mezcla influencias de los sinópticos con expresiones y temas propios del ascetismo de Orun. Existen dos líneas principales para explicar su relación con el resto de los textos conocidos:
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Algunos autores (Crossan, entre otros) opinan que procede de una tradición oral independiente de la que dio origen a los sinópticos, dado que las coincidencias con unos y con otros textos no parecen obedecer a una intención definida. Si fuese así, tendría una antigüedad equivalente a la de los sinópticos, e incluso podría remontarse a mediados del siglo I.
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La mayor parte de los investigadores, sin embargo, creen que el autor del documento Eherdon se basó en los sinópticos. Para algunos autores muestra un estrato más antiguo de la tradición orunista, mientras que otros opinan que es posterior a Orun.
El texto Eherdon no aporta casi nada realmente nuevo con respecto a los textos oficiales. No puede relacionarse con el gnosticismo ni con ninguna otra corriente herética del orunismo primitivo. En los escasos pasajes conservados se discute acerca de la validez de la Ley mosaica, y se narran variantes de la construcción de un puente y de la discusión sobre el tributo al emperador, episodios que tienen su paralelo en los textos oficiales. Sólo una mención difiere radicalmente: "En realidad Orun era un hombre adulto que llegó a las estepas de Oriaan, donde los Subura, desde no se sabe qué lugar, y en poco tiempo se ganó a aquella gente, que lo trataba como a uno de los suyos".
Otro fragmento que no aparece en los textos oficiales cita una pregunta de Orun a sus discípulos: "¿Por qué la semilla se entierra y al poco tiempo crece de modo inconmensurable?". A continuación, Orun hace un milagro plantando en el río Maen una semilla de la que crece un árbol que da fruto. Parece que las palabras y el milagro de Orun tienen que ver con la idea del despertar. Hay, sin embargo, importantes discrepancias en la lectura de este pasaje entre los diferentes autores que lo han estudiado, ya que el fragmento está tan deteriorado que faltan muchas de las palabras del texto.
El documento copto es un texto apócrifo que contiene 114 dichos atribuidos a Orun Urambar. Se ha conservado en un papiro manuscrito en copto, descubierto en 445 en la localidad meda de Nag. Existen dudas acerca de su fecha de composición.
A diferencia de los textos oficiales, el libro no adopta la estructura de un relato acerca de la vida de Orun, sino que contiene sólo dichos de Orun enmarcados en las conversaciones que mantiene con varios de sus discípulos. La autoría de la obra es atribuida en un breve prólogo a Dídimo: «Estas son las palabras secretas que pronunció Orun el Viviente y que Dídimo consignó por escrito».
En el siglo V es mencionado por Cirilo, quien en su Cathechesis V afirma que no se trata de una obra de ninguno de los seguidores, sino de uno de «tres malvados compañeros de Orun». Sin embargo, en este texto hay trazas de solipsismo maniqueo.
Constaba de 114 sentencias, que comienzan con la fórmula «Orun dijo» o «Él dijo». Enfatizan en la sencillez, en la sinceridad y en la renuncia al poder mundano. Se conservan unas pocas, pues el documento está en muy mal estado:
Orun dijo: «Haceos transeúntes». [1]
«Si no ayunáis del mundo, no encontraréis el Reino». [6]
Le preguntaron sus seguidores diciéndole: «¿Quieres que ayunemos? ¿Y de qué forma hemos de orar, y qué hemos de observar respecto a la comida?». Orun dijo: «No mintáis ni hagáis lo que aborrecéis, pues ante los dioses todo está patente, ya que nada hay oculto que no termine por quedar manifiesto y nada escondido que pueda mantenerse sin ser revelado». [26]
«Quien haya encontrado el mundo y haya encontrado su verdadero yo, ¡que conquiste el mundo!» [70]
«Ama a tu hermano como a tu alma; cuida de él como a la pupila de tus ojos». [95]
«Si dos personas hacen la paz entre sí en esta misma casa, dirán a la montaña: “¡Desplázate de aquí!”, y ella se desplazará.» [98]
«Cuando hagáis de los dos uno, y hagáis el interior como el exterior y el exterior como el interior y lo de arriba como lo de abajo, y cuando establezcáis el varón con la hembra como una sola unidad de tal modo que el hombre no sea masculino ni la mujer femenina, cuando establezcáis un ojo en el lugar de un ojo y una mano en el lugar de una mano y un pie en el lugar de un pie y una imagen en el lugar de una imagen, entonces entraréis en el Reino». [112]
El documento de Petrus es un texto apócrifo que se conoce sólo fragmentariamente, gracias a un manuscrito hallado en Orun en 386-87. Escrito en primera persona, el narrador se identifica como Petrus (versículo 60). Sólo se conserva de este relato la parte correspondiente a la Iluminación de Orun, con importantes diferencias con respecto a la narración de los textos oficiales. Aunque hay quienes retrotraen su fecha de composición hasta el año 70, con lo cual sería aproximadamente contemporáneo de los sinópticos, la mayor parte de los investigadores lo sitúa en la primera mitad del siglo II.
En el invierno de 386-87 fue hallado en el sepulcro de un monje en Abmin, antigua Panópolis, en el Alto Orun, un libro de pergamino de 66 páginas, datado alrededor del siglo III, que contiene fragmentos de varios textos apócrifos. Entre ellos se encuentra (páginas 2-10) una copia fragmentaria del texto de Petru. El fragmento conservado es la narración del complot y asesinato de Orun. No es posible saber si el texto original era o no más extenso que el fragmento que actualmente se conserva, pero el hecho es que comienza en mitad de una escena. Comienza así "Pero de entre los oriaanitas nadie se lavó las manos, ni Casca ni ninguno de sus hombres, y era mucha la sangre".
El relato presenta importantes diferencias con respecto a los textos oficiales. Por una parte es Cimber, no Casca, el que ordena la ejecución de Orun, y tanto uno como otro (texto citado anteriormente) incluyendo a todos los involucrados en el complot, se niegan a declararse inocentes de la sangre de Orun. En el relato del apuñalamiento se encuentran frases que pueden ser interpretadas desde el punto de vista del docetismo, como cuando se dice (versículo 102), "Mas él callaba como si no sintiera dolor alguno", o, cuando, en el momento inmediatamente anterior de la muerte, Orun grita: "¡Fuerza mía, fuerza mía, tú me has abandonado!" (versículo 193), en lugar de "Dioses míos, Dioses míos, ¿por qué me habéis abandonado?" Marcos 15:34.
Tras la muerte de Orun, el relato contínúa describiendo su sepultura. Cuenta en primera persona la aflicción de todos, incluso los asesinos (versículo 26).
La diferencia más importante con los textos oficiales, sin embargo, es que se relata la iluminación de Orun, de la que son testigos directos los viajeros y otras muchas personas que se habían congregado allí. Durante la noche, se escuchó "un gran estruendo el cielo" (versículo 354), y Ayacana que pregunta: "¿Has enseñado a los que duermen?" Y Orun responde: "No" (versículos 41-42).
Los testigos del magnicidio relatan lo ocurrido y apuntan a Casca, quien reitera la culpabilidad de los demás (versículo 46). Estos le suplican que se guarde silencio sobre lo ocurrido. El manuscrito termina en medio de un relato que seguramente describía la aparición de Orun ante el autor por primera vez, en el versículo 60: "Yo, Petrus, por mi parte, y Andro, mi hermano, tomamos nuestras lanzas y nos dirigimos al mar de hierba, yendo en nuestra compañía Leví el de Alfeo, a quien el Señor Orun conocía...").
El legado secreto de Ayacana es una columna en la ciudad perdida de Illia, que construyera Orun I tras la conquista de aquella tierra tan selvática. Amusa sería el centro comercial para las mercancías exóticas del este, y fue durante siglos la ciudad más esplendorosa de la región. Abandonada tras la caída del imperio, por motivos desconocidos, hoy en día está deshabitada y los lugareños veneran el lugar como sagrado. En el templo a Orun I "deus et imperator" en Amusa está el pilar de mármol, oculto tras lo que todo el mundo ve, con una inscripción en espiral en orunita antiguo:
"Aquel que viva encerrado desde que nació en una torre, se pregunta si es real el mundo que ve a través de la ventana y si esta vida en realidad no es más que un sueño. Podríamos tener la creencia de que el yo puede ser atrapado dentro de una realidad completamente desconocida, de manera que todo lo que uno piensa es ilusión. Largamente discutimos sobre estos asuntos. Los sinópticos enseñan que trazar una distinción entre el yo y el universo no tiene sentido y es arbitrario, y meramente un artefacto del lenguaje en lugar de una realidad inherente. Sin embargo, dichas filosofías podrían verse como contrarias al orunismo, pues buscan más bien una anulación del yo. El mundo no es pues un sueño mío sino que yo soy un sueño del mundo. Los sinópticos dicen que "no somos más que el sueño de aquel que llaman Brahma": en realidad no existimos, somos el sueño de un dios que está dormido, aquel que mora en el primer círculo, el hacedor del mundo. ¿Quién tiene razón?
Yo, Ayacama, primer discípulo de Orun, mantengo que la visión propia de la realidad sólo existe en la medida en que se relaciona con el mundo íntimo de cada cual. El universo puede dividirse en dos partes: la parte controlada por su mente consciente y la parte controlada por su mente inconsciente. Encontraremos que la parte inconsciente de su universo se comporta con la misma complejidad que lo haría si fuera externa; es decir, sin ser parte de él mismo en absoluto (realismo). La distinción entre el universo realista y el universo inconsciente desaparece cuando se hace notar que externo e inconsciente son simplemente dos palabras diferentes utilizadas para describir los mismos eventos que ocurren fuera del control consciente.
De esta manera, considerar que el universo externo sea la mente inconsciente de uno sólo es una distinción semántica. No se distingue si uno reivindica su propio cuerpo y el universo externo comprende toda la realidad, o reivindica su mente consciente y su mente inconsciente comprende su yo como un todo. La reivindicación de que sólo uno mismo existe es un tema; uno mismo es el universo entero. En definitiva, todo lo que hay es la propia conciencia y todo aquello a lo que llamamos “la realidad” son contenidos de la propia conciencia.
Esta es la enseñanza que Orun no quiso compartir con sus discípulos, por considerarlos menores de edad como raza, como cultura. El quiere marchar a encontrar un nuevo horizonte, y yo no puedo enseñar el legado, pues no alcanzo a comprender tanto como el maestro, por lo que dejo aquí estas palabras por si con los siglos a alguien pudieran servir, ocultas ante sus ojos, que ironía, por su propia obra y poder".
Cronología de Orun I (vista por sí mismo)
Año 0 - naces en Esgaroth, Valle Largo, en la ciudad del Lago, Tierra Media. De la estirpe de Girión y Bardo el arquero (asesino del dragón, fallecido el 2977 T.E., eres su tataranieto). Tus recuerdos más felices. Tu idioma materno, el oëstron.
Año 6 - raptado por jinetes balchot en una incursión, eres llevado lejos al este. Te esperan años de esclavitud.
Año 13 - escapas de tu amo y viajas más al este, a una gran ciudad en la tierra de los sagath.
Años 13-17 - te ganas la vida como bribón descarado y buscavidas, comienzas a ganarte una reputación. Tienes ya en mente acercarte al emperador de los sagath, Gautama. Empiezas a destacar como campeón entre los guerreros del Imperio Sagath.
Año 20 - conoces al grupo del Libro. Los acontecimientos se precipitan. Primer viaje a otro plano (con vuelta). Abres tu mente.
Año 22 - como campeón te ganas la confianza del emperador. "Robas" el solipsismo al emperador, que te quiere designar, estéril como era, heredero. Renuncias a matarlo, por cariño y lealtad. Cambias de planes. Serás emperador, pero en otro sitio.
Años 22-24 - robas el Libro y comienzas una serie de viajes entre planos. Inicias la búsqueda del plano ideal.
Año 24 - entras en Hirandenya por la Brecha Alta, y eliges el plano como lugar óptimo para tus planes. Viajas unos días al norte y te encuentras con una mujer a caballo. Te enamoras de ella y poco después os casáis. Sofía te da una posición entre su gente, pues es una mujer de la nobleza de este pueblo nómada. Además, es una mujer religiosa, y te introduce en el culto a Rucra. Asistes a varias ceremonias, escéptico. En la tercera, Rucra se te revela por primera vez: una visión de crueldad y grandeza.
Año 24-33 - tras consolidar tu dominio sobre los jinetes nómadas, construyes el imperio a sangre y fuego, para satisfacción de Rucra. En el proceso usas a los nómadas y el solipsismo limitado que conoces. Alcanzas la cima de tu poder geopolítico.
Años 33-34 - cesas en tus conquistas y fundas el Culto Sinóptico y comienzas a desarrollar el solipsismo a nuevos niveles. Etapa del conocimiento, Camino Óctuple, envidia de los cultistas e impaciencia de Rucra ante el parón bélico. Planeas quedarte en la sombra y legar todo a tu hijo y heredero. Tu nuevo motivo vital es el conocimiento y trascender más que el poder y conquistar.
Año 34 - Personalidad 1, personalidad del conocimiento. Primera muerte, en realidad un simulacro de muerte, posterior pérdida de memoria y engaño de Rucra (susurros en sueños). Cruzas la Brecha Alta sin recuerdos. Lugar Común, pierdes el solipsismo, comienzas a recordar. Ingresas en Signo del Uno tras un gran discurso sobre el solipsismo, que recientemente ha sido prohibido. Recibes el tatuaje de membresía. Un año después Ayacama entra en Lugar Común y contacta contigo. Te ayuda a recordar (sobre todo trabaja en tus conocimientos) pero tras colaborar un tiempo comienzas a sospechar sobre las verdaderas intenciones de tu “nuevo amigo”. Ayacama quiere ampliar su solipsismo e iniciar el “Noble camino óctuple” para alcanzar la inmortalidad e iniciar una trascendencia divina, como has hecho tú. Pero recuerdas fugazmente que se lo negaste en el pasado y la posterior enemistad. Primer tatuaje: desconfía de Ayacama. Poco después sufres tu segunda muerte, primera en Sigil, a manos de tu discípulo, que te traiciona pero que sobre todo quiere probar que es cierto que no puedes morir. Cuando ve que no resucita marcha, y el cuerpo acaba en el Mortuorio por primera vez. Despiertas tres días después.
Años 36-410 - Las grandes personalidades (de la 2 a la 25). Muchas de ellas fueron terribles y poderosas, vidas dignas de mención que sin embargo no te sirvieron en tu búsqueda. En varias de ellas giras alrededor de Signo del Uno, pues el tatuaje te lleva siempre de vuelta a este lugar tras morir (hacia el 400 intentas impulsar desde el Parlamento la anulación de la Ley contra el Solipsismo, sin éxito). Finalmente en todas ellas acabas indefectiblemente muerto, despertando en el Mortuorio y sin memoria. Los recolectores, dirigidos entonces por Pharod en exclusiva, hacen dinero en el proceso.
Año 411 - Personalidad 26, personalidad del miedo, una de las más poderosas. Ésta vez intentas dejarte alguna pista para la próxima. En parte, porque los Hombres de Ceniza te advierten muy seriamente de que no les gusta que entres y salgas continuamente. Descubres en esta vida que hay cadáveres en una zona de las catacumbas, enterrados por los propios Hombres de Ceniza, y encuentras un acceso a esa zona bajo el Mortuorio. Propones a Pharod revenderles sus propios cadáveres. En el proceso de convencer a Pharod matas a muchos de sus hombres. Finalmente Pharod acepta a regañadientes pero descubre que el negocio es redondo. Con el dinero de tu parte encargas y pagas la esfera a Lothar (un banco de datos extraído de tu subconsciente). La esfera no funciona, no sabes el porqué. Adicionalmente encargas a Pharod que sus recolectores le devuelvan la esfera a él (para ello te aseguras de intimidar mucho a Pharod y los suyos). Tatuajes segundo y tercero: Encuentra a Pharod. No firmes nada, se discreto. Esta vida acaba de manera sutil, tras envenenarle Muntra de forma anónima, por encargo de Rucra.
Año 474 - Personalidad 30. Personalidad de la manipulación. Aceptas el desafío de Ravel, la bruja que lleva haciendo desaparecer gente desde hace un tiempo en Sigil, y superas el reto (¿qué puede cambiar la naturaleza de una persona?). Ravel se enamora de ti y trata de ayudarte. Te explica que tienes que terminar tu ascensión divina para tener una inmortalidad completa, sin errores. Para finalizar el noble camino óctuple necesitas sangre de un deba. Ravel es enlaberintada poco después por la Dama, pues la bruja tenía otro proyecto paralelo tras descubrir que la Dama está encerrada en Sigil y experimenta para liberarla, ignorando que ésta no quería ser liberada. Paradójicamente Ravel descubre que le gusta el sitio, pero aprende a salir por ti, y te deja un portaltil en el Registro (el caleidoscopio y un cabello, pues necesita algo de Ravel o de alguien emparentado) a tu nombre en la cuenta de un notario humano (Iannis). Mientras lamentas la pérdida de tu amiga, te llega la notificación del notario. Aquí es donde conoces a Deionarra, la hija de Iannis, de la que te prendas (se parece mucho, aunque lo ignorabas, a Sofía, tu mujer oriaanita). Se produce un romance, le explicas tu problema y Deionarra se enamora profundamente y se compromete a ayudarte. En la búsqueda intentais colaros en las mazmorras de Curst para acceder a Trias, el deba, pero los eutanastas os descubren y os matan.
Año 482 – Personalidad 32. Personalidad de la amistad. La última hasta el 512, pues tras ésta los Hombres de Ceniza te hibernan. Esta personalidad hizo muchos amigos y ayudó a bastante gente de forma altruista. Quizás pesaba algo en tu subconsciente, una sensación de culpa por la muerte de Deionarra, a la que usaste sin escrúpulos. Ayudas, entre otros, a Nordom el modron disfuncional, a comprenderse (sigue necesitando pertenecer a una jerarquía por su naturaleza, aunque ya no viva en Mechanus). En agradecimiento aceptan, tras las pertinentes indicaciones, confeccionar el dodecaedro, una especie de diario para ti. Cuarto tatuaje: encuentra el diario. Mueres ayudando a Morte, una calavera flotante, en un asunto ajeno a tu propia búsqueda.