Poema redactado por Antípatro de Sidón hacia finales del siglo II d.O.
He posado mis ojos sobre la muralla de la dulce Madriia, que es una calzada para carruajes, y la estatua de los alfeos, y los jardines colgantes, y el Coloso del Sol, y la enorme obra de las altas Pirámides, y la vasta tumba de Mausolo; pero cuando vi la casa de Muntra, allí encaramada en las nubes, esos otros mármoles perdieron su brillo, y dije: aparte de desde el Olimpo, el Sol nunca pareció jamás tan grande” después de ver mi musa.
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La primera mención de una obra orunita de algún listado de monumentos koraaneses de la que se tenga noticia la da Gregorio Nacianceno en su libro De septem mundi espectaculi (siglo IV).
La Lornaes koraanesa, con sus múltiples templos; los muros de Madriia, que protegían una codiciada ciudad; el sepulcro de Mausolo y sus ornatos arquitectónicos; el conjunto de pirámides; el coloso de Papira, en Media; el capitolio de Barisia y el monumento a Orun en Dael.
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En el siglo pasado, Beda el Venerable escribió De septem mundi miraculis, en la cual también incluye construcciones orunitas y descarta las Pirámides. Su mención es breve y su selección fue bastante diferente de las anteriores:
El Capitolio de Barisia.
El Faro de Dorintila.
El Coloso de Papira.
La estatua de hierro de Orun a caballo, en Celtae.
El Teatro de Loriinii.
El Baño de Apolotaneo en Calaes.
El Templo de Muntra en Madriia, Koraan
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Albaigès (606, en su libro “De magnifica rerum aedifica”, p. 372.) elaboró la siguiente lista:
El círculo de piedras en el corazón del bosque de Nordria
Torre Inclinada de Daernifael, Faras
Catacumbas de Rhone
Gran Muralla de Madriia, Koraan
El templo de Muntra en Madriia, Koraan
Torre-faro de Kezum, en Asha
Torre de Cristal de Dorintila, Faras
Templos de Carrae, Illia
El coloso de Papira, Media
Monumento a Orun I en Dael, Oriaan (el autor menciona que le gustaría ver esta obra, pero dada la hostilidad con los forasteros de los nómadas desistió)
Basílica de Constantine, en Arienheim, Idria (el autor menciona no haberla visitado pero apunta que es sede del consejo de hechiceros que gobierna el país)
Presa del río Delia, en Koraan (Albaigès comenta que debido al hermetismo del país, desconoce todo sobre la presa, pero intuye que la usan para el regadío)
El panteón de Orun I, en Rhone (hoy en día también museo y lugar de culto, consta de una gran cúpula por techo y un frontal columnado)
Coliseo de Rhone (en el centro de la urbe, con capacidad para 50.000 personas)
Las dos torres de hechicería, Ellium (o torre de la colina vaticana) y Ferinae (o torre de la colina quirinal)
Faro de Dorintila, en Faras (en bronce, un gigante sostiene una antorcha, en la bocana del puerto)
Santa Sofía de Rhone (iglesia dedicada a Keltra. El libro menciona que Sofía fue la esposa de Orun I)
Los gigantes de piedra del río Maen (no muy lejos de Ellium, al sur, dos enormes pilares tallados, se dice que uno es Orun I y el otro su lugarteniente, Maharbal)
El gran puente sobre el río Maen en la calzada entre Rhone y Serpennaes (puente en arco -consta de seis arcos- de hasta 70 metros de altura)
El mismo Albaigès menciona en esta obra que considera que ya no se construye como en tiempos del primer Imperio, ya que considera que el estado de conservación de algunas obras de esta primera época de civilización y esplendor es tal que no es en ninguna manera comparable al de algunas obras más recientes, que en poco tiempo muestran deterioro cuando no ruina total. Además detalla el estado en concreto del Faro de Dorintila, de los gigantes de piedra del río Maen y el gran puente sobre el mismo río, de Santa Sofía, el panteón y del Coliseo de Rhone, todos ellos del siglo I.
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Un escrito anónimo, entre pergaminos cuyo acceso parece restringido, menciona una visita reciente a Koraan por parte de un misionero vaticano no identificado, y dice lo siguiente: “tras cuatro meses he logrado alcanzar Madriia, la capital de Koraan. Mi objetivo era investigar sobre las pirámides y el rumor que trajo otro compañero, que volvió loco de su misión, y que desapareció poco después de su regreso. Es por muchos conocidos que los koraaneses tienen por costumbre construir edificios en forma de pirámide, zigurats los llaman ellos, y algunos de los más esplendorosos son tan antiguos que datan del siglo I, pero se decía que habían construido una nueva pirámide, más grande que todas las anteriores. Es cierto. Puedo decir que la he visto. Esa gigantesca pirámide existe. En realidad he visto más, mucho más, al punto de llegar a no querer dejarlo aquí por escrito”. El rollo de pergaminos continúa con lo que parece una transcripción de una conversación, y no está claro si faltan algunos:
-Estaba loco, Moebius.
-Desde luego, -confirmó Moebius en voz baja-. Por encima de todo lo demás, estaba loco –repitió. Entonces vaciló, pero luego añadió-: y además al principio, durante un tiempo, parecía como si te hubiera convencido.
-¡Pero no era así! ¡Sólo estaba fingiendo con el propósito de descubrir qué estaba pasando! El magister de ocultismo me pidió que…
-Lo sé –dijo Moebius, tratando de aplacarlo-. Parece que todos fingíamos; todos nosotros llevábamos una máscara, Gerald. Todos tratábamos de protegernos. Lo hice lo mejor que pude, Gerald. ¿Sabes? Traté de ponerte en guardia. De conducirte en la dirección correcta. Sencillamente no podía permitirme el lujo de ser explícito. De haberlo sido, puedes estar seguro de que yo también habría tenido un accidente.
A pesar de que seguía resentido, Gerald tuvo que sonreir.
-Deberías haber sido actor, Moebius. Yo jamás soñé que hubiera un mentiroso dentro de esa cabecita tuya –dijo Gerald.
-¡Vaya! Gracias –sonrió Moebius-.
-Lo siento –se disculpó entonces Gerald con una mueca.
-No te disculpes –dijo Moebius, cuya sonrisa se había desvanecido-. Soy yo el que debería disculparse. Apenas he dormido desde que… -Moebius se aclaró la garganta-. No es justo hacer juicios cuando se miran las cosas sin perspectiva. Yo soy el que elige a los misioneros. Y yo el que comete los errores. Ivar el ashiano era uno de los más valiosos en mucho tiempo. Pero todo salió mal. ¿Podría haberlo hecho mejor? Unas veces estoy convencido de que no, y otras pienso que si hubiera confiado en ti o en Plumaverde, el avari, si hubiera ido a pedir ayuda, si hubiera logrado convencer al magister de ocultismo de que no lo presionaran, si hubiera dado la voz de alarma, si hubiera corrido a ver a Zazoor…
-A mi me parece –dijo entonces Regulus, que saltó sobre la barandilla de la escalera y los miró a ambos fijamente con severidad-, que en este momento todos nosotros deberíamos haber hecho las cosas de otra manera. A eso se le llama criticarse a sí mismo. Y vamos a ver, por si os interesa: es una chorrada de mierda. Si hubiera hecho esto, ojalá hubiera hecho esto otro, y si hubiera… -Reg soltó un bufido-. Te lo advierto, Moebius, y a ti también, Gerald. Y ya podéis decírselo al magister de ocultismo cuando vuelva: como sigáis por ese camino, os volveréis tan locos como el pobre Ivar. No podemos deshacer lo que está hecho. Lo único que podemos hacer es vivir lo que nos queda de vida sin avergonzarnos de nuestros recuerdos. Y asegurarnos de que no volverá a ocurrir algo así nunca más.
-Desde luego –concedió Moebius tras un silencio tenso.
-Sí, supongo –asintió Gerald. Sencillamente no sabía cómo hacerlo-. Bueno, ¿y ahora qué?.
-¿Ahora? –repitió Moebius, frunciendo el ceño-. Ahora tengo que nombrar a otro misionero nuevo y ponerme con la tarea de administrar las misiones. El Vaticano está herido, y como miembro suyo mi deber es curarlo.
Creaciones del mundo antiguo realizadas con solipsismo
- Jardines Colgantes en Madria, Koraan
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Coloso del Sol en Madria, Koraan
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Zigurat de Madria (el de mayor tamaño, pues hay tres), Koraan
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Presa del río Delia (la usan para el regadío) en Koraan
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Plaza Naghsh-e Jahan y palacio en Laerna (Lornaes), Koraan
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Torre-faro de Kezum, en Asha
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La estatua de hierro de Orun a caballo, en Celtae, Asha
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Torre de Cristal de Dorintila, Faras
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Torre Inclinada de Daernifael, Faras
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Faro de Dorintila (en bronce, un gigante sostiene una antorcha, en la bocana del puerto), Faras
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Palacio de Carrae, Illia
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Ciudad abandonada de Amusa, Illia
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Mausoleo de mármol blanco de Pereninsa, Illia
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Monumento a Orun I en Dael (dos caballos encabritados hacen el arco y en medio una columna con la figura de Orun I arriba), Oriaan
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Basílica de Constantine, en Arienheim (sede del consejo de hechiceros que gobernaba el país), Idria
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Coliseo de Rhone (en el centro de la urbe, con capacidad para 50.000 personas), Rhone
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Santa Sofía de Rhone (iglesia dedicada a Keltra. Sofía fue la esposa de Orun I), Rhone
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Los gigantes de piedra del río Maen (no muy lejos de Ellium, al sur, dos enormes pilares tallados, uno es Orun I y el otro su lugarteniente), Orun
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El gran puente sobre el río Maen en la calzada entre Rhone y Serpennaes (puente en arco -consta de seis arcos- de hasta 70 metros de altura), Orun
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El Teatro de Loriinii, Orun
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El Capitolio de Barisia (sede del senado), Orun
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El gran acueducto de Barisia, Orun
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El Coloso de Papira (y faro de la ciudad), Media
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Acrópolis de Ilmana, Media
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El Baño de Apolotaneo en Calaes (termas), Mari
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El gran puente sobre el río Emeris, en la calzada de los imperios, Mari