top of page

Las Mil Islas

Ciudades y habitantes

Se sabe que los primeros habitantes de las islas fueron colonos nasda que llegaron durante la era arcaica. Pero ha transcurrido tanto tiempo que los actuales habitantes, conocidos como isleños, tienen una cultura propia muy peculiar, así como un idioma díficilmente reconocible por un hablante del nasda. La mayoría de las islas tienen población, en un número muy variado y distinto. Si bien hay aldeas y pueblos en decenas de islas, cuatro son las poblaciones con más habitantes del archipiélago:

- Puerto Libre: 11.000 habitantes. El puerto con mayor tráfico de las islas. Vive del comercio, sobre todo del derivado de la actividad de la piratería. El mercado de esclavos más famoso del mundo conocido, la Plaza de los Souks, está en esta ciudad. También se practica la pesca y la agricultura. Cuenta con una taberna por cada diez residentes, entre los que se cuentan los habituales bucaneros y prostitutas, varios joyeros, algunos barberos o matasanos, decenas de taberneros y un número indeterminado de pescadores, artesanos y comerciantes. Tal es la riqueza que se encuentra en la ciudad que todos las transacciones se hacen con moneda, en lugar de utilizar el más simple y extendido trueque.

- Isadie: 6.000 habitantes. Una de las poblaciones más antiguas de las islas. Viven de la pesca, el comercio y la agricultura. Por supuesto, también hay piratas, y muchas cofradías piratas son nativas de esta isla.

- Libre Comercio: 7.000 habitantes. La hermana pequeña de Puerto Libre, su posición les expone a expediciones de castigo desde el continente, como así ha ocurrido varias veces, pero a la vez les convierte en el primer puerto seguro para los piratas, y por tanto el primer lugar al que llegan a menudo las mercancías. Algo de pesca.

- Falsat: 7.000 habitantes. Una antigua base pirata que acabó adquiriendo rango de ciudad con el tiempo, al atraer a todo tipo de curiosos tras el brillo de la plata robada. Sus habitantes raramente practican actividades "honradas"; no hay pescadores ni agricultores en Falsat. Si que hay multitud de tabernas, posadas, burdeles y hasta algún médico o barbero.

Gobierno e historia reciente

No existe un gobierno de las Mil Islas, ni tan siquiera un reino del mismo nombre. Si alguna de las islas es atacada por un estado extranjero, tampoco se unen para luchar todos juntos. Mas bien escapan a la isla más cercana o que les parezca más segura y vuelven a empezar desde cero. El archipiélago ha recibido expediciones de castigo de Caristia, y de la Liga de Navara, y antes de la Liga Nasda, a menudo complicadas al no haber cartografía de calidad del archipiélago, pero los isleños siempre se han rehecho. Es como un hormiguero que por más que se destruya, siempre queda algún huevo en una isla recóndita que los haga reverdecer con el tiempo. Tras el 560 y la fundación de Nueva Navara, los isleños lo pasaron bastante mal, viéndose obligados a esconderse como ratas en las islas más pequeñas e inaccesibles. Sin embargo, la caída en desgracia de la Liga de Navara y las posteriores desgracias ocurridas a la poderosa ciudad, han permitido que en los últimos tiempos la población de las islas, y por ende la actividad pirata, sean tan grandes como en sus mejores tiempos.

 

La piratería es de largo el negocio más lucrativo de cuantos se practican en las islas al otro lado del estrecho de Navara. Sus habitantes tienen tan asimilado, desde hace siglos, en su cultura y en sus costumbres el hábito de saquear desde los barcos, sea a otros barcos o a poblaciones costeras, que les resulta tan natural como el comer o el beber.

 

No todos los isleños son piratas, de hecho una minoría viven de la piratería, normalmente los más audaces y aptos para el combate, pero la actividad de éstos se prolonga como una onda en toda la economía de las islas, en forma de reventa de productos saqueados, construcción de naves y barcos, siempre ágiles y rápidos como marca la demanda, fabricación de armas y municiones como dardos, flechas y virotes, y prestar servicios a los piratas al regreso de sus expediciones, en forma de tabernas, posadas, burdeles y otros establecimientos que pudieran demandar los piratas. Por supuesto, los isleños cultivan alimentos y crían ganado, y en general podrían malvivir con lo que produce la tierra, pero la piratería les da ese plus que tanto les satisface.

 

Las poblaciones de Isade y Falsat son auténticos nidos de piratas. Para pertenecer a una cofradía de piratas suele ser necesario ser isleño de nacimiento, si bien se conocen notables excepciones. Lo que muchos desconocen es como funcionan esas sociedades de piratas. Lo cierto es que tienen una organización democrática, eligen o destituyen a su capitán y votan sobre qué rumbo seguir o qué barco atacar. Estos forman una asamblea en la que se vota y todos tienen los mismos derechos. Existe un código de comportamiento que todos los piratas firman y donde se establecen las normas y las compensaciones en caso de quedar discapacitado en una acción de combate. Para saber más: Piratas de las Mil Islas.

Idiomas y cultos

Los isleños hablan un idioma precisamente conocido como isleño, aunque los nativos lo llaman kerso. El kerso recuerda vagamente al nasda en su sonoridad, y además tiene decenas de dialectos y acentos, tanto que a veces les cuesta entenderse incluso entre ellos. Por lo visto, son capaces de determinar de que isla son por el acento particular en su idioma. Un dicho isleño bastante popular dice: "Cada jerga del kerso ejerce un poder oculto, como la Luna sobre las mareas". 

Sus cultos, como era de esperar, son variopintos y dedicados sobre todo a deidades relacionadas con el agua, pero también abundan las relacionadas con el comercio, el robo, los viajes, y un largo etcétera...

bottom of page