Religión: politeísmo difuso
No existe nada parecido a una unificación de cultos y credos. Las diferentes culturas y gentes de la Esfera adoran a incontables deidades. A menudo se aprecian similitudes entre ciertas deidades de culturas distintas, cuyos nombres son distintos, y se podría pensar que son la misma. Nadie lo sabe a ciencia cierta.
Sólo alguno de los mitos y creencias de las culturas en torno al mar de Nasdama menciona que el cielo y la tierra fueron creados por gigantes, considerados por los antiguos pueblos como los primeros dioses. Por contra, la mayoría de estos mitos menciona que al principio no existía el tiempo, y tampoco dioses ni hombres caminando sobre la superficie de la tierra. Pero sí que existía el mar, y donde el mar se encontraba con la tierra creció una planta, blanca como la espuma del mar. Su nombre era Eiocha, y se multiplicó y dio lugar a las plantas.
Y pasaron milenios. Eiocha se hizo más poderosa y dio a luz al primer dios, uno salvaje e irreflexivo. Ese dios se apareó violentamente con Eiocha y engendró más dioses. Sin embargo, los dioses se sentían solos porque no había nadie a quien mandar ni nadie que los adorase.
Por eso, los dioses crearon con madera de roble tanto al primer hombre como a la primera mujer, así como a otros animales. Además, también nacieron gigantes de la corteza de otro árbol que Eiocha había arrojado al agua.
Nada más conocemos con respecto al origen de estos relatos, ya que no está claro si son los originales o si se trata de invenciones posteriores. Puesto que los mitos antiguos eran de transmisión oral, quizás la influencia nasda los modificase o alterase.
El sistema engloba la personificación de elementos naturales, sentimientos y actividades humanas, normalmente organizados en una jerarquía o panteón. No se trata de diferentes nomenclaturas para una sola deidad, sino de diversos dioses con características individuales claramente identificables. Hay dioses de la naturaleza, de las plantas y los animales, de las estrellas, del Sol y de las Lunas, de los oficios y artes, de la guerra, del amor, y así podríamos estar días. En el politeísmo cada deidad puede ser honrada e invocada de manera individual, dependiendo de los aspectos que le definen. Por lo general todas las culturas tienen un panteón de dioses en los que creen y con los cuales se comunicaban a través de ciertas personas que dispondrían de dicha capacidad de intermediación, como diferentes clases de brujos.
En el politeísmo hay “explicación” para todo ya que cualquier hecho o situación se atribuye a uno u otro dios.
Asimismo no hay que pasar por alto que se considera que en el politeísmo se le da más oportunidades al hombre si comete un “pecado”. Y es que pueda apelar a un dios para que interceda por él ante otro dios. De la misma manera, se le da más libertad de actuación al hombre y a la mujer porque sus dioses no son omnipotentes.
Por todo esto, las sociedades y culturas conocidas están igualmente jerarquizadas, a la manera de sus dioses, con una fuerte estratificación en clases sociales.